Muchas personas no saben que Cristo vino a predicar el evangelio salvador que él llamó “El Reino de Dios”. Y es que nuestro Señor murió por nosotros para reconciliarnos con Dios, y hacernos los herederos de un reino (Santiago 2:5) glorioso y maravilloso en la nueva era, la era de la vida eterna. Sin el reino de Dios no podemos heredar la vida y la salvación, y es por eso que Jesús prometió volver para darnos el ingreso a su reino divino (Mateo 25:31,34). Por tanto escuchar otro evangelio distinto nos pone en grave peligro de desviarnos de la salvación y acarraernos la destrucción.
 En el diálogo del joven rico con Cristo registrado en Mateo 19:16-26, Jesús establece que la salvación es entrar al reino de Dios con vida eterna.