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21 marzo 2010 7 21 /03 /marzo /2010 01:21

 

 

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21 marzo 2010 7 21 /03 /marzo /2010 01:13

biblia-1.jpg¿Cuál es el tema central de la Biblia? Para responder a esta pregunta, debemos considerar que es más fundamental: ¿Tiene la Biblia un tema central? Para que la Biblia sea verdaderamente un libro, la respuesta debe ser afirmativa. Ciertamente, esta es la respuesta de los cristianos de todas las tierras, las lenguas y las culturas que, durante casi 2000 años, han confesado que la Biblia es una revelación unificada de Dios. La Biblia misma confirma este testimonio. Aunque escrito por más de 40 autores diferentes durante un período de alrededor de 1500 años, la Biblia presenta una visión del mundo integrada en sus doctrinas de Dios, el hombre, la ley, la historia, y la salvación. La armonía de la enseñanza bíblica es aún más maravillosa, ya que representa un crecimiento orgánico de revelación en la histórica relación de alianza de Dios con su pueblo desde la creación original hasta el fin del mundo.

Los cristianos de todas las edades han confesado la unidad del mensaje bíblico, pero no todos han encontrado la unidad de la Biblia en los mismos temas. Algunos, por ejemplo, han sugerido la idea de la redención. Ahora la historia bíblica es sin duda el desarrollo de un drama de redención. La Biblia nos dice cómo el hombre cayó en pecado y cómo Dios en Su gracia lo salvó (Gn 3:1-15). Nos dice el gran amor de Dios por los hombres en pecado, y la muerte de Jesús para redimir al hombre (Juan 3:16). La Biblia nos enseña que el Espíritu Santo fue enviado al mundo para aplicar la obra redentora de Jesús por el hombre (Rm 8:1-14). En el punto culminante de la historia, vamos a ver el mundo redimido y la plena manifestación de la gloria de Dios (1 Cr. 15:22-28).

La redención es sin duda uno de los grandes temas de la Biblia. Pero la redención no parece ser un tema lo suficientemente amplio para incluir a todos los otros temas. Para ser específicos, no parece lo suficientemente amplio como para incluir temas como la creación, que se produce antes de que haya necesidad de redención y parece ser más importante en la Biblia que sólo la información de fondo para la redención. Sería difícil con un tema central tan estrecho como la redención, para encontrar un lugar adecuado para otros temas, tales como los ángeles, Satanás, los ángeles caídos, el infierno, y así sucesivamente.

Otros han sugerido que el tema central de la Biblia es Cristo mismo. Esto debe ser cierto en un sentido porque Cristo es la razón del mundo y el Verbo de Dios (Juan 1:1-3). Desde la caída a la consumación de la redención, el mensaje de la Biblia se centra en la persona de Cristo como el Salvador del mundo. Él es prefigurado en los tipos, y predicho en la profecía (Lucas 24:25-27). Cualquiera que sea la respuesta que se da a la cuestión del tema principal de la Biblia, Cristo debe ser una parte de la respuesta. Pero, ¿es posible encontrar una respuesta que es más concreta? ¿En qué sentido debemos pensar en Cristo como el centro?

La idea del pacto también sugerido como el tema más importante en la Biblia. Una vez más, el pacto es definitivamente un tema principal. La Biblia cuenta la historia de los pactos de Dios con Adán y Cristo (Rm 5:12 y ss.). Nos dice cómo Adán rompió el pacto y trajo a la raza humana, que él representaba, en el pecado y el juicio. A Noé, Abraham, Moisés y David fueron les fueron dadas todas las promesas del pacto que representaban una renovación de la alianza con Adán y la promesa de un mejor pacto por venir. Ese mejor pacto, por supuesto, es el nuevo pacto en Cristo. Llegó a ser nuestro nuevo representante, para tener éxito donde Adán había fracasado. Por su muerte en la cruz, El nos redimió del pecado y de la sentencia – la maldición de Adán. En Su resurrección, se nos da la vida. Así, desde la creación a la redención, el mensaje bíblico es todo pacto.

Como la redención, el pacto es definitivamente un tema unificador de la Biblia, pero también parece ser insuficiente para reunir a toda la gama de la revelación bíblica. Por sí misma, la idea del pacto tiende a ser abstracta y difícil de definir. Lo que se necesita es un tema que sea suficientemente amplio para abarcar todas las ideas bíblicas más importantes, un tema que incluya la redención, que da el honor propio de Cristo como el Señor y Salvador, y también haga justicia a la centralidad de la idea de pacto.

Ese tema es el reino de Dios. En el reino de Dios, todos los demás temas importantes sugeridos son incluidos y se les da un lugar adecuado. Además, el reino de Dios incluye otros temas importantes para nuestra comprensión de la Biblia, como la creación, la enseñanza bíblica acerca de los ángeles y demonios, la doctrina del juicio final y el castigo eterno. Cristo mismo sigue siendo un tema central de la Biblia, porque como el Rey, Él es el centro del reino, su esencia misma. La redención como un tema central es entendida como el drama de la restauración del Reino a su propósito original. Porque después de que Dios creó Su reino, el hombre lo condujo en el pecado por la rebelión del pacto.

Además, el tema de la alianza tiene su lugar apropiado cuando se reconoce que el pacto es la constitución del reino, la definición de la relación del Rey de los Cielos a su pueblo. En la historia bíblica, el reino y el pacto son casi sinónimos y, al menos, concepciones mutuamente dependientes. El pacto define y establece el reino, el reino en su esencia es una relación de pacto ampliado.

Génesis comienza con la creación del reinado de Dios y la rebelión del hombre bajo Satanás. El resto de la Biblia nos dice cómo Dios restaura el reino para sí mismo y lleva al hombre de nuevo en la posición de la gloria del reino que Dios originalmente diseñó para él. La historia es la historia de la guerra de Dios contra Satanás. Dios vence a Satanás y reconstruye su reino a través de Cristo, llevando a cabo Su propósito original de la creación.

El Evangelio que Cristo predicó era el Evangelio del Reino de Dios: “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo” (Mt. 4:23; cf. 9:35, 4:17, 5:3, 10; 6:33, 10:7; 12:28; 13:11 y ss.; 16:19, 28; 18:3 — 4, 19:14, 21:43, 24:14, 25:34). Pablo, el gran apóstol, predicó el mensaje del reino: “Y habitó Pablo dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios, y la enseñanza de las cosas que se refieren al Señor Jesucristo, con toda confianza, sin que nadie le prohibiese” (etc. 28:30-31, cf. 14:22, 19:8; 20:25; 28:23). El último libro de la Biblia, celebra el establecimiento del reino eterno de Dios: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, diciendo: El reino de este mundo se convertirá en el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos “(Apocalipsis 11:15; cf. 1:9, 12:10). El final del libro del Apocalipsis describe la nueva Jerusalén, la ciudad celestial, el cumplimiento del propósito de Dios para la creación y la manifestación final del reino de Dios (Ap 21-22).

Cristo como la cabeza de la nueva alianza introduce el reino de Dios, el cumplimiento de las promesas hechas a Abraham y David, el cumplimiento de todo lo que Dios había diseñado para el hombre en la creación original. El intento de Satanás para destruir el reino es vencido por el Mesías que salva al mundo y establece el reino eterno.

Así pues, el reino de Dios del pacto es el tema central de la revelación bíblica. Todos los otros temas centrales sugeridos son naturalmente incluidos dentro de éste, porque el pacto es la constitución del Reino, Cristo es el rey, y la redención es obra de Dios de restaurar el reino para que el hombre, como vicerregente de Dios, pueda cumplir su propósito original.

 

 

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20 marzo 2010 6 20 /03 /marzo /2010 14:56

Banquete-20047-20-Small-.jpgPor Ingº  Mario A Olcese (Apologista)

El Señor Jesús habló a sus detractores Judíos que habría gente que se sentaría a la mesa con él en su reino Mesiánico y ellos quedarían excluidos. Es decir, que vendría mucha gente de todas partes del mundo que participarían de su banquete mesiánico, siendo servidos personalmente por el mismo Amo de la casa.

Jesús relacionó su reino mesiánico con un banquete de bodas, o un festín mesiánico, donde todos aquellos que respondieron al “llamado celestial” serán recompensados con POSICIONES de honor.

Los que se sientan a la Mesa

Hay algunos buenos cristianos que, influenciados por Charles Taze Russell, aún sostienen que los notables del AT (los patriarcas, los profetas, y todos los fieles y santos de ese periodo) no estarán con Cristo, lado a lado, en su reino sino sólo como súbditos. Es decir, que no reinarán con él en su reino, sino que serán meramente sus vasallos. Pero si esa tesis es verdad, ¿qué hacemos con la declaración de Jesús en Mateo 8:11? En este pasaje Jesús dice: “Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, é Isaac, y Jacob, en el reino de los cielos”. En Lucas 13:29 se dice que los que vengan del oriente y del occidente se sentarán en la mesa en el reino de Dios. “Y vendrán del Oriente y del Occidente, del Norte y del Mediodía, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios”. De modo que si comparamos ambos textos con la debida atención, veremos que Abraham, Isaac, y Jacob estarán sentados a la mesa mesiánica, y no sólo ellos, sino también los profetas (ver Lucas 13:28).

A la mesa: Un lugar de honor

Está costumbre de sentarse a la mesa, significaba estar en un lugar de honor con una persona sumamente importante, como un dignatario o un rey. Tenemos el interesante ejemplo de Herodes cuando festejaba gozosamente con sus más íntimos allegados. La Biblia dice lo siguiente de él: “Y entrando la hija de Herodías, y danzando, y agradando á Herodes y á los que estaban con él á la mesa, el rey dijo á la muchacha: Pídeme lo que quisieres, que yo te lo daré” (Marcos 6:22). Así que aquí tenemos a los que danzaban para él, y los que estaban con él A LA MESA. Seguramente eran personas sumamente apreciadas por el rey, individuos de su plena confianza, y autoridades de su reino. Allí los tenemos a todos ellos sentados a la mesa.

“A la mesa” tiene una fuerte connotación de intimidad, y siempre tiene que ver con una celebración especial o banquete en honor a una o más personas. En Lucas 5:29 leemos: Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos”. 

A la mesa: Un lugar donde Cristo sirve y sus invitados

Jesús, hablando de la importancia de esta mesa mesiánica, dijo: “y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida. Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten A LA MESA, y vendrá a servirles.  Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, BIENAVENTURADOS son aquellos siervos” (Lucas 12:36-38). Así que aquí tenemos a Jesús sirviendo a los que se sienten a su mesa. Estos son los benditos del Señor, los bienaventurados. 

En Lucas 14:10, Jesús enseña que los que se sientan a la mesa son personas importantes y encumbradas, gente escogida y con gloria. Dice él: “Mas cuando fueres convidado, ve, y siéntate en el postrer lugar; porque cuando viniere el que te llamó, te diga: Amigo, sube arriba: entonces tendrás gloria delante de los que juntamente se asientan A LA MESA”.

Así que estamos llamados a participar de la mesa del Señor y a compartir de sus exquisiteces, en unión con los héroes de la fe del Antiguo y Nuevo Testamentos. El que diga lo contrario y enseñe que los salvos y resucitados se dividirán en dos categorías: los gobernantes y gobernados, no ha entendido el mensaje y la promesa de Cristo para sus seguidores.

 

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20 marzo 2010 6 20 /03 /marzo /2010 14:50

Por Ingeniero Mario A Olcese (Apologista)

Sin duda alguna, la persona de Cristo sigue suscitando interminables controversias entre sus seguidores, qudebate.jpge sinceramente me provoca mucha tristeza y preocupación, pues yo mismo, “sin querer queriendo”, estoy envuelto en este embrollo. Y es que estas polémicas terminan en sectas y divisiones que parecen nunca acabar. Los Trinitarios tienen sus razones para creer en un Dios Trino, y los Unitarios, las suyas. Y además, están los llamados “modalistas”, los unitarios universalistas, los binitarios, los arrianos, etc y muchos otros grupos que predican al Dios de la Biblia según su particular interpretación.  Debido a esta segmentación de la cristología, la gente está cada vez más confundida y no sabe qué creer o pensar, y un regular número de ellas termina por separarse de la religión cristiana o simplemente se vuelve indiferente a toda forma de religión.

Sinceramente es tedioso escuchar frecuentemente acusaciones de herejía o apostasía en los “foros cristianos” porque un contrincante recusa aceptar la posición del otro. Incluso escuchamos insultos con un lenguaje procaz que no es propio de personas que dicen amar a Dios y que afirman seguir el consejo de amor y paciencia preconizados por Cristo y sus apóstoles. La gente laica, que por curiosidad visita estos sitios, se queda estupefacta por lo que leen y oyen en estos foros, y se preguntan si realmente tales participantes son verdaderos paradigmas de la fe cristiana o simplemente unos cristianos teóricos.

Sé que mi creencia antitrinitaria no es bienvenida por la gran mayoría de cristianos, y no me sorprende que la gente se alarme cuando reiteradamente sostengo que Cristo no preexistió como Dios/Hijo, antes de su nacimiento en Belén. Y es que para muchos de mis lectores les resulta imposible creer que Jesús haya podido dar a conocer a Dios sin haber estado con Él  frente a frente en una vida pre-humana. Y no le quitamos la razón, pues regularmente es imposible conocer a “Don Juan Pérez” si uno nunca estuvo personalmente con esa persona. Por otro lado, expresiones de Jesús como “he bajado del cielo”, o “he descendido del cielo” inducen a cualquiera a pensar que Jesús hablaba de una pre vida celestial, y por esto tampoco les quitamos la razón a nuestros amigos Trinitarios. Claro que con darles la razón a nuestros detractores Trinitarios no estamos afirmando que ellos están necesariamente en la verdad. Ellos podrán tener sus buenas razones para creer en lo que creen, pero no necesariamente significa que ellos están en la verdad. Yo puedo tener mis buenas razones para creer que mi socio me está estafando, pero eso no significa que sea necesariamente cierta o verdadera esa presunción. Simplemente mis evidencias pueden estar mal interpretadas o sencillamente mis datos están incompletos. También sé que ese mismo criterio podría aplicarse a mi posición unitaria, pues yo mismo podría estar llegando a conclusiones supuestamente ciertas cuando en realidad no es así. En todo caso, está en usted el escoger o determinar quién tiene la verdad y quien no.

La Trinidad, mis estimados amigos, tiene sus puntos muy flacos o débiles que la hacen increíble, insostenible e inaceptable, y lo mismo sucede con la posición de los unitarios para los Trinitarios. Si esto no fuera así, no habría tanta división en este tema tan crucial y central para los cristianos. Pero justamente porque no es del todo clara esta doctrina católica, es que se suscitan tantos debates sobre la Deidad de Cristo.

Estoy más que convencido de que a los Trinitarios les resulta difícil explicar muchos de los pasajes unitarios, tales como Juan 17:3, Juan 14:28, y 1 Cor. 8:4.6, por citar tres de ellos, y lo mismo les debe ocurrir a los unitarios con Juan 1:1, Fil 2:5-8; Juan 8:58, los cuales son algo complejos e intrincados. Sinceramente ambos bandos tienen sus ganchos de izquierda poderosos que pueden hacer mucho daño y aun tumbar a cualquiera por KO. Esto debe ser reconocido, especialmente por los trinitarios y unitarios por igual, con la más absoluta franqueza y honestidad.

Ahora bien, si yo dijera que ningún texto trinitario tiene peso, simplemente estaría mintiéndome y mintiéndoles. Y de igual manera, si algún  trinitario dijera que ningún texto unitario tiene peso,  sencillamente esa persona estaría mintiendo y engañándose sola, pues muy bien sabe que no es así. En mi experiencia debatiendo con los Trinitarios, me he topado con un puñado de pasajes que no son tan fáciles de refutar, y lo mismo les pasa a los Trinitarios cuando tienen que explicar los pasajes que presentan los unitarios. Es por eso que los Unitarios siguen ganando adeptos dentro de los Trinitarios, y lo mismo ocurre con los Trinitarios dentro de los unitarios. Y esta ida y vuelta nunca terminará hasta que Cristo regrese.   

Y para terminar, yo soy un unitario convencido, no porque crea que el unitarismo está exento de fallas u objeciones, sino porque encuentro más y mejores pasajes que lo afirman,  que los que lo desacreditan. En todo caso, llegará al día en que llegaremos a saber si en verdad estuvimos en la razón o no, cuando lo que sea en parte se complete. Mientras tanto, no olvidemos que la religión cristiana es la religión de un solo Dios verdadero, que según las Escrituras, es sólo el Padre. Él es el único que se autoproclama Dios y Eterno en docenas de pasajes de la Escrituras, sin tapujo alguno.

 

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20 marzo 2010 6 20 /03 /marzo /2010 14:25

Marzo 16, 2010 – 11:17 am

 

“He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio” (Isa. 32:1)

Pasajes que nos hablan de la justicia del reinado del Mesías en la tierra

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isa. 9:6,7).

“Sino que juzgará con justicia á los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra: y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de sus riñones.” (Isaías 11:4,5).

“Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de justicia, reposo y seguridad para siempre” (Isaías 32:17).

“He aquí que vienen los días, dice Jehová, y despertaré á David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 23:5).

“En sus días será salvo Judá, é Israel habitará confiado: y este será su nombre que le llamarán: JEHOVA, JUSTICIA NUESTRA” (Jeremías 23:6).

“En aquellos días y en aquel tiempo haré producir á David Pimpollo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 33:15).

“En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará seguramente, y esto es lo que la llamarán: Jehová, justicia nuestra” (Jeremías 33:16).

“Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre: Vara de justicia la vara de tu reino” (Salmo 45:6).

“Conforme á tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra: De justicia está llena tu diestra” (Salmo 48:10).

“La justicia irá delante de él; Y sus pasos pondrá en camino (Salmo 85:13).

“Justicia y juicio son el asiento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro” (Salmo 89:14).

Las Riquezas en el Reino de la justicia

“Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros del Dios nuestro seréis dichos: comeréis las riquezas de las gentes, y con su gloria seréis sublimes” (Isaías 61:6).

“Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las gentes de alrededor: oro, y plata, y ropas de vestir, en grande abundancia” (Zacarías 14:14).

“Que decían en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder y riquezas y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza” (Apocalipsis 5:12).

Abundancia de paz en el reinado de la justicia

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:6,7).

“La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:9).

“Y seráme á mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las gentes de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré” (Jeremías 33.9).

“He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6).

Más sobre el reino en:

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20 marzo 2010 6 20 /03 /marzo /2010 14:17



El Papa siente “vergüenza y remordimiento” por los abusos sexuales del clero en Irlanda.

AGENCIAS. 20.03.2010 – 13.39 h

El Papa Benedicto XVI.

El Papa Benedicto XVI ha ordenado este domingo una inspección de diócesis y seminarios irlandeses implicados en los casos de pederastia y ha afirmado que los sacerdotes implicados deben “responder ante Dios y los tribunales”.

El Papa así lo ha manifestado en la Carta a los católicos irlandeses, hecha pública hoy por el Vaticano, en la que además expresa “abiertamente vergüenza y remordimiento” por los abusos sexuales a centenares de menores por parte de sacerdotes católicos ocurridos durante años en ese país.

“Es comprensible que os sea difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia”, asegura en su misiva el sumo pontífice

En la misiva el Pontífice usa palabras muy duras contra los curas pederastas, acusa también a los obispos irlandeses de no haber sabido gestionar los casos ocurridos y dice que tienen que reconocer que se cometieron graves errores de juicio y fallo de dirección.

“Es comprensible que os sea difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia. En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos”, afirma el Papa, que les pide perdón.

A los sacerdotes y religiosos que han abusado de niños les dice que han “traicionado la confianza depositada” ellos por jóvenes inocentes y por sus padres.

Grupos de víctimas, defraudados por el comunicado papal

Los grupos de víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes pederastas en Irlanda se han declarado decepcionados por el contenido de la Carta del Papa. “Sentimos que la carta se queda corta a la hora de tratar las preocupaciones de la víctimas”, dijo Maeve Lewis, directora ejecutiva de “One in Four” (“Uno de cada Cuatro”).

En su opinión, en su misiva, el Papa dirige sus críticas principalmente hacia los curas irlandeses de bajo rango, al tiempo que se olvida de la responsabilidad del Vaticano en los abusos sexuales de menores, no sólo en Irlanda, sino en todo el mundo.

En Alemania siguen las revelaciones

Por otro lado, el escándalo por los abusos sexuales en la Iglesia católica alemana salpica ahora indirectamente al presidente de la Conferencia Episcopal, Robert Zollitsch, a quien se reprocha haber “ocultado” un caso de pederastia en lugar de denunciarlo a la Justicia.

El caso, del que informa el programa Report Mainz, de la primera cadena de televisión pública ARD, se remonta a 1991 cuando Zollitsch era responsable de recursos humanos en la archidiócesis de Friburgo.

“Los niños y adolescentes no se atrevieron durante años a hablar de abusos”, aseguran fuentes de la investigación.

 
Según las informaciones de esta cadena y del diario Badische Zeitung en su edición de este sábado, en 1991 Zollitsch ordenó la jubilación anticipada de un párroco que entre 1968 y 1991 había abusado de al menos 17 niños y adolescentes, en su mayoría monaguillos, pero no denunció el caso a la Fiscalía.

Una víctima relata en el citado programa que lo que tuvo que padecer desde que los 11 hasta los 17 años, y que empezó con besos, caricias y abrazos, llegó a adoptar la magnitud de “sexo duro”.  En 1991, Zollitsch interrogó al párroco Franz B. sobre el caso, pero éste lo negó todo.

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20 marzo 2010 6 20 /03 /marzo /2010 05:58


Dios hizo un pacto eterno de autoridad con David y sus hijos. 2 Samuel 7:12-19 1 Crónicas 17:11-17. ”Estableceré tu simiente después de ti. Estableceré su reino. Él construirá una casa para mi nombre. Estableceré su trono para siempre. Seré su padre y él será mi hijo. Tu casa y tu reino serán establecidos para siempre ante ti. Tu trono será establecido para siempre. Tú has hablado de la casa a tu siervo por un gran momento por venir. El trono de David es el trono de Dios en la tierra. Dios está sentado sobre Su trono en el cielo. Sobre todo el universo”. (Salmo 11:4, 47:7,8, 93:1,2, Isaías 66:1,2) 

Salomón se sentó ” en el trono del reino del SEÑOR sobre Israel”. De todas las naciones, Dios escogió a Israel para ser Su reino especial en la tierra, y Jerusalén es Su ciudad escogida.  (1 Crónicas 28:5,  Deuteronomio 14:2, 2 Crónicas 6:6, Zecarías 2:12). 

“Salomón se sentó sobre el trono del SEÑOR como rey en lugar de David su padre, y prosperó; y todo Israel le obedeció”. (1 Crón. 29:23). Dios tuvo un trono en la tierra. 

Este pacto con David fue un pacto eterno. Nunca acabará. David siempre tuvo un hijo para sentarse sobre su trono.David nunca carecerá de un hombre para sentarse sobre su trono. Esto convenio es tan seguro como el día y la noche (Jeremías 33:17-21).. Dios no quebrantará este pacto acerca de un hijo de David que se siente en el trono de David— que es el trono de Dios en la tierra. Ese trono durará para siempre, y el Hijo de David se sentará sobre él, rigiendo el mundo (Salmo 89:20-29, 34-37). 

El hijo de David, Salomón, se sentó en ese trono. (1 Reyes 2:12). Muchos reyes de Israel y Judá se  sentaron sobre ese trono: David, Salomón, Roboam, Abija, Asa, Josafat, Joram, Usías, Ezequías. Sus reinados están Registrado en 1 y 2 Reyes y 1 y 2 Crónicas. Algunos de ellos fueron justos, y algunos fueron malvados. Porque fueron tan malvados, Dios retiró Su trono en la tierra por un tiempo (Ezequiel 21:24-27). Estas palabras son dirigidas al último rey, Ezequías: “Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día ha llegado ya, el tiempo de la consumación de la maldad, 26 así ha dicho Jehová el Señor: Depón la tiara, quita la corona; esto no será más así; sea exaltado lo bajo, y humillado lo alto.  27 A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y yo se lo entregaré”. 

El trono de David, el trono de Dios en la tierra, no será ocupado hasta que JESÚS venga, el cual tiene el derecho legítimo. Jesús se sentará en el trono de David cuando él venga con todos los santos ángeles (Mateo 25:31). 

A JESÚS LE ES PROMETIDO EL TRONO DAVID, EL TRONO DE DIOS EN TIERRA. 

Dice en Lucas 1:30-33  que El Señor Dios le dará (Jesús) el trono de su padre David. Note las genealogías de Mateo 1 y Lucas 3. Jesús es el hijo de ambos, de Abraham y de David, a quienes los dos pactos eternos fueron hechos y que conciernen a nuestra salvación. 

En  Isaías 9:6,7 dice que El Mesías (Cristo) reinará en el trono de David. En el Salmo 2:6-12 dice que el Mesías (el Hijo de Dios) dominará sobre todos los reyes de la tierra. También Salmo 45, Salmo 72, Zacarías 6:12,13. 

En Mateo 25:31-34 dice que Jesús vendrá en Su gloria con Sus ángeles. Entonces él se sentará en el trono de David y asumirá la autoridad de la tierra. Luego él separará a las naciones, invitando a algunas personas a la herencia dentro del reino de Dios, y arrojando algunos en el lago de fuego, para allí morir la segunda muerte (Revelación 20:15). En la regeneración, Jesús se sentará sobre Su trono, y los 12 apóstoles se sentarán también sobre 12 tronos juzgando a Israel (Mateo 19:28). 

LOS CRISTIANOS VERDADEROS REINARÁN CON JESÚS COMO REYES Y SACERDOTES. 

El que venza será invitado a gobernar con Jesús (Revelación 3:21).(Note los dos tronos de Dios aquí en este verso.)Jesús dará el poder del vencedor sobre las naciones, para dominar sobre ellas (Revelación 2:26,27). El Redimido reinará sobre la tierra (Revelación 5:10). Los santos ayudarán a juzgar, cuando Dios juzgue la tierra (Salmo 149:5-9). Si sufrimos con él, también reinaremos con él (2 Timoteo 2:12). Aquellos en la primera resurrección serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años (Rev. 20:4, 6).

AHORA, EN LA ERA ANTES DE QUE CRISTO VENGA Y REINE, PRESTE ATENCIÓN CÓMO ÉL ESTÁ CONSTRUYENDO UNA CASA PARA EL NOMBRE DE DIOS (2 Sam. 7:13,14).

Jesús dijo, “edificaré mi iglesia” (Mateo 16:13-19). La roca en la cual él la construye no es Pedro, sino la confesión de Pedro,  o sea que Jesús es el Hijo de Dios. En la casa de Dios (el grupo familiar) hay muchos lugares habitables. Jesús ascendió al cielo para preparar un lugar en la casa de Dios para nosotros. Él vendrá otra vez (Juan 14:2,3).

¿Qué ES la casa de Dios? La casa de Dios es LA MANSIÓN O EDIFICIO de Dios. Jesús está PREPARANDO LUGARES  para nosotros en la casa  de Su Padre, hoy (1 Timoteo 3:15).

CUANDO JESÚS VENGA EN PODER Y GLORIA, CON LOS SANTOS ÁNGELES, ÉL VENDRÁ COMO UN GRAN REY. (Mateo 25:31-46, Rev. 19:14-21). Él reinará sobre la tierra para 1000 años (Rev. 20:4-6). Su pueblo reinará con él mil años y luego poseerán sus lugares en la MANSIÓN QUE DESCENDERÁ a la tierra (Daniel 7:18, 22,27; Rev.20:6; 21:3,4).

EL PACTO ABRAHÁMICO Y EL PACTO DAVÍDICO SON EL FUNDAMENTO DEL EVANGELIO DEL REINO DE DIOS.

Uno ofrece vida eterna y herencia eterna en la tierra. El otro nos ofrece autoridad y dominio con Jesús en el Reino de Dios. Dios será nuestro Dios para siempre, y Su gloria llenará la tierra (Números 14:21, Isaías 11:9, Habacuc 2:14).

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20 marzo 2010 6 20 /03 /marzo /2010 05:55

Yahweh llama a Abraham para darle una tierra  

Es interesante escuchar la promesa que Yahweh le hizo a Abraham en Génesis 12:1-3, porque ésta traería en el futuro muchas bendiciones para a TODA la humanidad. Estos tres versos dicen:  

“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.  Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.  

Aquí vemos que Yahweh llama a Abraham para que salga de su tierra (Ur de Caldea) y de su parentela para dirigirse a una tierra que Él le mostraría, porque Yahweh se propuso hacer del patriarca una gran nación. Este tendría un nombre sobresaliente y sería bendito y de bendición para todas las naciones. Pues bien, enseguida veremos qué tierra le mostró Yahweh a Abraham. En Génesis 13:14-17 encontraremos la respuesta puntual de cuál tierra se le mostró al Patriarca: 

“Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré”. 

Hasta este punto nos damos cuenta de que la tierra que Yahweh le mostró a Abraham no era territorio fuera de este mundo, o en el cielo, sino un territorio que él puede ver de frente, un horizonte con cuadro coordenadas claras: Norte, Sur, Este y Oeste en este mismo planeta. Recuerde siempre esto: A Abraham no se le llevó al cielo para que mirará un “territorio celestial” como muchos suponen, sino un territorio desde el mismo lugar donde él está parado, hacia el norte, sur, este, y oeste. Pues bien, Dios mismo dará a Abraham los límites del territorio prometido, y veremos que no es un lugar fuera de este mundo. Dice así Génesis 15:18:

“En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates”. 

Ahora sí ya tenemos los límites del territorio prometido a Abraham por Dios, es decir, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates. Si alguno cree que estos ríos no están en este mundo, mejor que vaya al psiquiatra.  Tierra prometida es también para la simiente de Abraham

Como hemos leído en Génesis 15:18, la tierra prometida sería también para la descendencia de Abraham. Esto es muy interesante, porque Abraham tuvo hijos que le dieron una gran familia, tanto por la línea de Isaac, como por Ismael, cumpliendo lo dicho por Yahweh en Génesis 17:4-7. Sin embargo, veremos más adelante quién es verdaderamente la simiente o descendencia de Abraham que recibirá la tierra de la promesa. 

En Génesis 22:15-17 vemos que Dios confirmó su pacto con Abraham al probar éste su fidelidad y obediencia hasta el punto de asentir o acceder ofrecer a su propio hijo Isaac en holocausto. Los versos dicen: 

“Y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”. 

 En los siguientes capítulos de Génesis veremos que efectivamente Yahweh confirmará su pacto con Isaac, y luego con Jacob, tal como lo hizo con el primer patriarca Abraham.

 Jesús es la simiente o descendencia de Abraham

 El apóstol Pablo nos aclara que la descendencia de Abraham es nuestro Señor y salvador Jesucristo. En Gálatas 3:16 Pablo dice:

 “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo”. 

 Así que ya sabemos que Jesucristo es la simiente a la cual hizo referencia el eterno Yahweh, el único Dios verdadero. Es por eso que Pablo pudo decir que la simiente de Abraham sería heredero del mundo: 

“Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe” (Rom. 4:13).  

Además dijo: 

“Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres” (Romanos 15:8). 

Así que Jesús vino a confirmar las promesas hechas a los padres, y no ha anularlas o abrogarlas. El sabía que era esa simiente prometida, y sabía igualmente que las promesas estaban vigentes aún. El estaba muy consciente de que sería el heredero de la tierra prometida, y que a través de él todas las naciones serían benditas. 

¿Quién es la otra simiente de Abraham? 

El apóstol Pablo responde esta pregunta con mucha claridad, así: 

“Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje (simiente) de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:29).

“Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos (simiente) de Abraham Luego los de la fe son benditos con el creyente Abraham”—Gál. 3:7,9). 

¿Tomó usted nota de lo que dijo Pablo en cuanto a quiénes son también “la simiente” de Abraham? Pues todos los que somos de Cristo, los hombres y mujeres que compartimos la misma fe de Abraham. La fe de Jesús era la misma fe de Abraham. Y esa fe su centraba en la herencia de una tierra de una simiente bendita que traería grandes bienaventuranzas al mundo entero, es decir, a todas las naciones de la tierra.

¿Tiene usted esa misma esperanza de heredar la tierra para que participe en su  renovación y hacerla un mundo justo y recto (un paraíso restaurado)?.

En otro estudio veremos la promesa que Dios le hizo al rey David en cuanto a la herencia y a la perpetuidad de su reino a través de uno de sus descendientes más nobles…el Señor Jesucristo. Éste futuro rey, junto con sus seguidores (la iglesia), heredarían la tierra prometida (pacto Abrahámico) y el dominio del mundo entero (pacto davídico) a través de la restauración del reino para cuando volviera el heredero legítimo de David, el Señor Jesucristo. 

Bendiciones os sean multiplicadas.


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20 marzo 2010 6 20 /03 /marzo /2010 05:55




La Nueva Versión del Nuevo Testamento Vida Abundante de Publicaciones Tyndale ha acomodado Juan 1:18 para enseñar que Cristo es Dios.

Esto es lo que leerán la nueva generación de Cristianos:

En la NTVA, dice esto:

“18 Nadie ha visto jamás a Dios. Pero el Hijo, el único, él mismo es Dios* y está íntimamente ligado al Padre.

En la Versión Reina Valera (1960), dice así:

Juan 1:18: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del PADRE, él le ha dado a conocer”.

Preguntamos: ¿Es esto traducir con imparcialidad y fidelidad un texto o es simplemente acomodar un pasaje a las creencias personales?¿Cuán confiable puede ser la NVNT, entonces?

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20 marzo 2010 6 20 /03 /marzo /2010 05:52

  


He aquí una concienzuda y reveladora explicación de un texto que ha sido mal comprendido. ¿Acaso dijo Jesús que irían al cielo los cristianos? Muchos en la actualidad creen que Jesús les dijo a sus discípulos que los cristianos pasarían la eternidad en “moradas” celestiales. Ellos citan Sus palabras encontradas en Juan 14:1-4.

 ¿Acaso Jesús quiso decir que nuestra recompensa sería una morada en el cielo?

¿Cuál es la Casa del Padre?

          En la casa de su Padre, dijo Jesús con toda claridad, hay muchas “moradas“. Si no fuera así, continuó, Él nos lo hubiera dicho. El vocablo griego vertido al castellano como “morada“, significa también habitación, aposento, un lugar de alojamiento, una cámara. Así, en la casa del Padre hay un número de habitaciones, aposentos o cámaras.

          Pero, ¿cuál es la casa del Padre? ¿Qué es lo que la Biblia dice ser la casa del Padre? Cuando en cierta ocasión Jesús entró en el templo de Jerusalén, al ver que los Judíos vendían allí dentro palomas y ganado, les dijo: “Quitad de aquí esto, y no hagáis de la CASA DE MI PADRE casa de mercado” (Juan 2:16). Aquí se encuentra una sencilla definición de lo que es la casa del Padre

          Más aun, el templo de Jerusalén era el tipo terreno (Hebreos 8:5) de la casa del Padre en el cielo. Lucas 19:46 e Isaías 56:7 también citan al Señor quien se refirió al templo con las siguientes palabras: “Mi casa es casa de oración…” Así, el templo de Jerusalén en los días de Cristo era un tipo de la casa del Padre en el

          Pero, ¿tenía el templo muchas “moradas” o aposentos? ¡Ciertamente! En Jeremías 35:2 leemos: “…Habla con ellos, e introdúcelos en la casa del Eterno, en un de los aposentos…“. En el versículo cuarto del mismo capítulo, notamos que diferentes aposentos estaban asignados a personas de diferente rango. Hanán, varón de Dios, tenía su aposento o habitación “junto al aposento de los príncipes, que estaba sobre el aposento de Maasías … guarda de la puerta“.

          Los varios aposentos o “moradas” corresponden con la jerarquía de las personas que los ocupan. Cada aposento del templo–un tipo de la casa de Dios– designaba no tan sólo la residencia de cada funcionario, sino que también indicaba su posición o colocación fuera este guarda de la puerta o un príncipe.

          Aun el comentador bíblico, Adam Clarke, anota en su comentario: “Nuestro Señor hace referencia aquí al templo, el cual se llamaba la casa de Dios, en cuyos atrios se encontraban un gran número de cámaras. Véase también 1 Reyes 6:5; Esdras 8:29 y Jeremías 36:10.

No Es el Cielo

          En ninguna parte dice la Biblia que el “cielo” es la casa del Padre. ¡La casa del Padre está siendo construida EN el cielo, pero no está situada en el cielo! En ninguna parte dice que el cielo tiene “moradas”.

          El antiguo tabernáculo que Moisés construyera constaba de dos compartimientos, el interior, llamado Lugar Santo, era una reproducción exacta del trono de Dios–del cielo mismo. No tenía moradas. Léase Hebreos 8:5 y 9:1-7 para enterarse de cómo es el cielo.

          No, Jesús no se estaba refiriendo al cielo. Él hizo referencia a un lugar que estaba siendo preparado en el cielo.

¿Cuál es el lugar que Está siendo Preparado?

          Consideremos ahora el resto de la conversación que tuviera Jesús con sus discípulos.

          Jesús dijo: “…voy, pues, a preparar lugar para vosotros…” Por las Escrituras aprendemos que Jesús se fue al cielo a la diestra del Padre, donde está actuando como nuestro “Sumo Sacerdote” (Hebreos 9:11).

          ¿Comprende usted lo que esto significa?

          Otro deber del Sumo Sacerdote es la preparación de un lugar para cada uno de nosotros tal como Jesús lo prometiera a sus discípulos. La preparación de cada lugar se está efectuando en el cielo, pero Jesús no dijo que esos lugares eran una parte del cielo. La esposa prepara los alimentos en la cocina, pero los alimentos no son una parte de la cocina.

          Puesto que el cielo. el lugar donde está situado el trono de Dios, carece de aposentos o moradas, ¿cuáles son los “lugares” que están siendo preparados? ¿Nos dice la Biblia qué es lo que se está preparando?

          Existen solamente dos versículos en la biblia que nos dicen lo que está siendo PREPARADO. El primero se encuentra en Mateo 25:34. Aquí Cristo dijo: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo“. El otro texto se encuentra en Apocalipsis 21:2: “Y yo Juan vi la santa ciudad la nueva Jerusalén, descender DEL CIELO, de Dios, dispuesta (preparada) como una esposa ataviada para su marido“.

          El templo de Jerusalén que existía en los tiempos de Jesús, era un tipo del reino de Dios y de la Nueva Jerusalén.

          La Biblia dice que los únicos lugares que están siendo preparados son el Reino de Dios y la Nueva Jerusalén. Siendo que es el Reino y la Ciudad Santa los que finalmente son preparados para todos nosotros, entonces, entonces lo que Jesús está preparando para cada uno de los verdaderos cristianos, necesariamente tiene que ser el cargo (posición) en el reino y en la nueva ciudad, Jerusalén.

          Ahora es claro porqué Cristo se refirió al templo como un ejemplo del Reino de Dios y de la Nueva Jerusalén. El templo tenía aposentos que servían como oficinas para los varios residentes con diferentes posiciones o rangos. De la misma manera, cada uno de nosotros tendrá su lugar personal o posición en la Ciudad Santa, de acuerdo a qué tan eficientemente hayamos usado los talentos que se nos han sido dados por Dios. Entre más se venza en esta vida, más honorable será nuestro lugar en la Nueva Jerusalén y más importante y responsable será la posición que ocupemos en el reino.

¡La Casa del Padre Desciende a la Tierra!

          Apocalipsis 21:2 prueba con toda claridad que la Ciudad Santa—la casa del Padre, o su hogar, puesto que Él la hará su Futura residencia (Apocalipsis 21:3 y 22:3)— es una de las cosas que Jesús está preparando ahora en el cielo. Dios el Padre y Su Hijo le han estado dando forma, ya que lo que el Padre hace, el Hijo hace lo mismo (Juan 5:19). Puesto que la ciudad desciende del cielo es allí en el cielo donde se está preparando, tal como Jesús dijo que lo haría.

          Nótese también, que la ciudad desciende del cielo. Nótese también que No dice que nosotros iremos al cielo.

          Veamos ahora lo que la Biblia dice acerca del Reino que está siendo preparado en el cielo, y que vendrá a la tierra. Jesús se fue de regreso al cielo a recibir el reino (Lucas 19:12). Él ha de estar preparándolo a la vez que está ocupando el puesto de Sumo Sacerdote. Puesto que el Reino está siendo preparado para que todos nosotros lo heredemos, entonces el lugar en particular que cristo está preparando para cada uno de nosotros tiene que ser nuestra propia posición u ocupación en ese reino. Lugar significa posición, ocupación, rango, a la vez que sitio geográfico. Nuestro lugar o posición en el gobierno de Dios dependerá del puesto (ocupación, empleo) que ocuparemos. Cristo tiene el primer lugar, puesto que Él es el Rey de reyes. Todos nosotros ocuparemos lugares secundarios, posiciones inferiores bajo su autoridad.

          El Reino de Dios es el gobierno de Dios, cuyos miembros irán a nacer de Dios. Al ser nacidos de Dios quiere decir que todo el reino, viene a ser la familia de Dios. “…el que no naciere de agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5). Esta es la razón por la cual Jesús usó el antiguo templo como un tipo físico de la familia espiritual o del Reino de Dios.

          Ahora se está haciendo más obvio el por qué nuestro lugar o posición en el gobierno de Dios ha tenido que ser preparado en el cielo por el mismo Jesús. No podíamos haber recibido el Espíritu Santo, el único medio por el cual podemos entrar en el reino, hasta que Cristo ascendiera al cielo (Juan 16:7). La manera como Cristo prepara nuestro lugar o posición en el reino es siendo nuestro Sumo Sacerdote, intercediendo por nosotros y dándonos el Espíritu Santo. Los lugares y posiciones—las responsabilidades de la ocupación—están siendo preparadas a la vez que nosotros somos adiestrados y educados para ocupar dichos puestos. Jesús, como nuestro Sumo Sacerdote, ha estado llamando, justificando, y perfeccionando a cada uno de nosotros para su Reino, y así cuando el Reino de Dios venga a la tierra (Mateo 6:10), cada una de sus posiciones o puestos estarán debidamente preparadas para ser ocupadas por cada uno de nosotros. Si Cristo no estuviera en el cielo actuando como nuestro Sumo Sacerdote, el reino no estaría preparado. No habría nadie capacitado para ocupar sus diferentes posiciones.

Volveré Otra Vez

          Cristo tenía que irse al cielo, pero antes de partir Él dijo: “Y si me fuere y os preparare lugar, VENDRÉ OTRA VEZ, y os tomaré a mi mismo, para que DONDE YO ESTOY, vosotros también estéis.” (Juan 14:3). ¡Aquí tenemos la promesa de Jesús de que Él volvería otra vez!

          Jesús volverá del cielo en la nubes. Nosotros iremos a encontrarle en el aire (1 Tesalonisenses 4:15-17). En este tiempo Jesús nos dará a cada uno nuestra posición o responsabilidad en el reino, de acuerdo con lo que hagamos con lo que se nos ha dado. Algunos recibirán una recompensa oposición pequeña por no haber crecido espiritualmente como deberían haberlo hecho. Estúdiese la parábola en Lucas 19:12-27.

          Una vez que hayamos recibido nuestras responsabilidades, descenderemos juntamente con Jesús al monte de los Olivos en ese mismo día. Este día es el mismo en que Cristo vuelve a la tierra, no en el que regresa al cielo (Zacarías 14:4). ¡El viene a establecer el Reino sobre la tierra! Comoquiera que nosotros heredemos el reino, nosotros, también, estaremos en la tierra, no en el cielo.

          Es así entonces que los cristianos no van a ir al cielo. Vamos a estar con Jesús aquí en la tierra— “Para que DONDE YO ESTOY, vosotros también estéis“. Estaremos gobernando a las naciones juntamente con Cristo (Apocalipsis 20:4). Y después de esto, la Nueva Jerusalén desciende del cielo a la nueva tierra. Aun el padre mismo habitará entre nosotros aquí en la nueva tierra donde viviremos y reinaremos por los siglos de los siglos.

          No es extraño entonces que Jesús dijera que los mansos recibirán la tierra por heredad (Mateo 5:5).

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  • : eladaliddelavardad.over-blog.es
  • : La predicación del evangelio original de Cristo, que es el reino de Dios, el cual Jesús restaurará en la tierra en su segunda venida en gloria. Este reino divino traerá, por fin, la paz y la justicia verdadera a este planeta decadente y moribundo.
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  • soy Ingeniero zootecnista, estudiante bíblico,y ex-testigo de Jehová. Soy creyente unitario, predico el reino de Dios como el evangelio singular de Cristo, soltero y sin hijos.
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